La búsqueda de la felicidad en el trabajo que persiguen muchos ‘happyshifters’ contrasta con el hecho de que, que en pocos años, llegaremos a cambiar hasta siete veces de empleo (y por tanto de compañía) en una sola vida. La lealtad a nuestra firma nunca será igual.
Puede que su compañía figure en alguna de las clasificaciones que la sitúan como "mejor empresa para trabajar". Y resulta lógico que estar en uno de esos paraísos laborales reconocidos le produzca una gran satisfacción. Eso es bueno para todos: Montserrat Ventosa, directora de Sticky Culture, cree que "cuando una persona es feliz, no sólo se beneficia ella misma, sino que este estado resulta altamente contagioso y beneficia a la salud de todos. Entramos en estado de fluidez y todo cuesta menos". Para Cathy Benko, chief talent officer (una especie de CEO del talento) de Deloitte, "un empleado que permanece en una compañía y que está motivado y es productivo es de un valor incalculable, porque resulta evidente que uno puede estar mucho tiempo en su empresa sin estar comprometido".
Benko parece haber reparado en que la vida en el paraíso del trabajo no oculta la realidad de que el concepto de lealtad a la propia compañía cambia a ojos vista: “Las jóvenes generaciones de empleados tienden a tener más trabajos a lo largo de su vida que los que habían tenido los baby boomer. Los miembros de la generación Y son más proclives a cuestionarse acerca del sentido o el estímulo que supone un puesto en sus vidas. Y si no encuentran ni lo uno ni lo otro, se van. Cada vez más miembros de las nuevas generaciones, con nuevos valores y objetivos diferentes frente al trabajo, llegan a la conclusión de que no merece la pena trabajar semejante número de horas, porque lo que se obtiene a cambio es difícil de disfrutar. Para ellos no hay dinero ni ascensos que compensen el tiempo no ocupado en otras actividades.
La media de duración en un trabajo no llega hoy a cinco años, y algunos estudios aseguran que, en pocos años, llegaremos a cambiar hasta siete veces de carrera profesional o de empleo en una sola vida.
Recientemente, The New York Times se preguntaba si esta lealtad ha muerto, y Linda Gratton, experta en organización del trabajo, contestaba en Financial Times que "la confianza es más importante que la lealtad. Esta última nos habla del futuro, mientras que la primera está relacionada con el presente. Lo que está a la orden del día es lo que podríamos llamar monogamia en serie referida a las carreras".
Cinco claves para ser feliz en el trabajo
1. Ocúpese personal y continuamente de su desarrollo profesional.
2. Tome la responsabilidad de conocer lo que ocurre en su trabajo. No se limite a quejarse de que no recibe información sobre lo que pasa en su compañía, los proyectos de los diversos departamentos o con sus colegas. Busque la información que precisa para trabajar eficazmente. Desarrolle una red de información y utilícela. Pregunte a su jefe cuando tenga dudas. De usted depende en gran medida lo que puede saber.
1. Ocúpese personal y continuamente de su desarrollo profesional.
2. Tome la responsabilidad de conocer lo que ocurre en su trabajo. No se limite a quejarse de que no recibe información sobre lo que pasa en su compañía, los proyectos de los diversos departamentos o con sus colegas. Busque la información que precisa para trabajar eficazmente. Desarrolle una red de información y utilícela. Pregunte a su jefe cuando tenga dudas. De usted depende en gran medida lo que puede saber.
3. Mantenga el coraje profesional. Sea inconformista. En un sentido positivo, los conflictos pueden ayudarle a cumplir su visión personal y su misión profesional; a servir a los clientes y a crear productos de éxito.
4. Pida ‘feedback’ sobre lo que hace, cómo lo hace y qué piensan sus jefes.
5. Comprométase sólo a aquello que pueda cumplir y mantener. Los expertos aseguran que una de las principales causas de estrés e infelicidad es fallar en un compromiso adquirido. Evite las excusas y preocúpese sólo de las consecuencias que implica fallar a la promesa dada.
Cinco razones para abandonar su empleo
1. La relación con sus jefes o con los gestores está dañada sin remedio. A pesar de sus esfuerzos, es irrecuperable. Ha roto todo tipo de relación con sus compañeros de trabajo y esta situación no se puede solucionar.
1. La relación con sus jefes o con los gestores está dañada sin remedio. A pesar de sus esfuerzos, es irrecuperable. Ha roto todo tipo de relación con sus compañeros de trabajo y esta situación no se puede solucionar.
2. Su compañía va a la quiebra, pierde clientes y dinero o circulan imparables los rumores sobre un cierre inminente.
3. Siente que ya no hay retos o busca oportunidades que su organización no puede brindarle. Su situación personal cambia y necesita moverse para encontrar mejores oportunidades que le permitan sostener a su familia.
4. Su situación personal ha cambiado y necesita mejores oportunidades que le permitan sostener a su familia. Sus valores son cada vez menos afines a la cultura de la empresa en la que trabaja, y las incongruencias que advierte están destruyendo su actitud en el trabajo. Lo que hace ha dejado de satisfacerle y divertirle. No importan los cambios y novedades.
5. Sus niveles de estrés son tan altos que afectan a su salud física y mental, a la relación con su familia y amigos.
Compañeros indeseables
1. Los chismosos y los creadores de rumores. Jesús Vega, escritor y conferenciante, asegura que “demasiadas veces no se sabe controlar las críticas y cultivamos campos de minas que nunca sabemos cuándo van a estallar”.
1. Los chismosos y los creadores de rumores. Jesús Vega, escritor y conferenciante, asegura que “demasiadas veces no se sabe controlar las críticas y cultivamos campos de minas que nunca sabemos cuándo van a estallar”.
2. Los pesimistas que siempre lo ven todo mal y los que se lamentan todo el día.
3. Las personas que crean más conflictos de los que son capaces de resolver.
4. Aquellos profesionales que usan el tiempo de los demás como si fuera el propio.
5. Los que desprecian tu trabajo, los prepotentes y orgullosos. Todos necesitamos sentirnos importantes, útiles y reconocidos, y queremos líderes que generen compromiso.
Fórmulas para la satisfacción
1. Sonja Lyubomirsky, profesora de Psicología en la Universidad de California, asegura que “los empleados felices son más productivos, ganan más dinero y muestran un mayor rendimiento”.
1. Sonja Lyubomirsky, profesora de Psicología en la Universidad de California, asegura que “los empleados felices son más productivos, ganan más dinero y muestran un mayor rendimiento”.
2. No es la empresa la que debe buscar la felicidad de los empleados. Es una tarea de cada uno, que ha de trasladarla al entorno de trabajo. Las compañías que adoptan un papel más maternal se extralimitan en sus obligaciones y generan profesionales sobreprotegidos, algo que va en detrimento de la propia organización.
3. Para Kim Cameron, profesor de management de la Universidad de Michigan, “la garantía de un empleo para siempre no es el factor de motivación para los productivos”.
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