Este 
experto en el campo de la neurociencia nos intenta concienciar de algo 
que, aunque cae por su lógica, hemos abandonado en aras de una 
productividad máxima que defiende el trabajar el mayor número de horas 
posibles para así poder sacar adelante el mayor número de tareas que nos
 permitamos, alcanzando así la excelencia en nuestro trabajo.
Smart ataca el pensamiento de que la Multitarea nos
 hace más eficaces, ya que al estar haciendo varias cosas a la vez 
perdemos capacidad de concentración y también eficacia, ya que los 
resultados son inferiores que si estuviéramos absolutamente concentrados
 en una tarea solamente en un tiempo determinado.
Smart defiende
 que cuando nuestro cerebro está en estado de reposo se vuelve más 
creativo, poniendo varios ejemplos en la historia de la humanidad que 
apostillan su estudio:
- Isaac Newton estaba descansando debajo de un árbol, cuando le cayó una manzana mientras estaba en un estado de ensoñación, pudiendo así instalar en su cerebro una de sus famosas leyes físicas que han pasado a la historia.
- El pensador Rene Descartes solía levantarse bastante tarde. Según su biografía los Ejes X e Y que constituían las coordenadas cartesianas se la aparecieron mientras estaba tumbado en su cama observando ensimismado y absolutamente absorto.
- La palabra “Eureka” viene de un estado de ensoñación que nos hace despertar creativamente al descubrimiento logrado, de manera repentina.
En muchas ocasiones nos dicen que parece que estamos “soñando despiertos” como
 en un estado de embobamiento, quedándonos absortos en nuestros 
pensamientos más profundos. Hace tiempo se tildaba de “idiotas” a 
aquellos que estaban en esa actitud. Hoy, gracias a la neurociencia, 
estamos descubriendo que “soñar despierto” tiene consecuencias creativas
 importantes.
La 
mayoría de los creativos, artistas, pensadores, tienen pensamientos 
“ensoñadores” que rozan lo melancólico y la situación de “dormir 
despierto”.
Son nuestros sueños los
 que nos hacen afrontar grandes retos y metas. Cualquier cosa que se 
hizo en la historia, antes fue “soñada” por sus creadores. Ejemplos más 
actuales como los “Teléfonos inteligentes” o las “tabletas” colocan al 
ser humano en un estado de “ensoñación” que hace que la humanidad avance
 de forma imparable.
El 
descanso creativo tiene que ser una reflexión interior para todos 
aquellos que creen que son “mejores” por  hacer más cosas  durante más 
tiempo.
Ese espacio a la creatividad debe llegar también a las empresas. Pocas organizaciones se plantean tener “espacios de descanso” que realmente se transformen en “espacios de concentración y creatividad”.
La 
famosa moda de espacios abiertos, frente a oficinas con despachos 
cerrados, ha conseguido que nuestro cerebro reciba multitud de estímulos
 y que le sea bastante complicado concentrarse. Sin lugar a dudas esto 
influye, irremediablemente, en los resultados de las personas y de los 
equipos de trabajo.
Una 
costumbre tan española, como es la siesta, que consistía en un pequeño 
descanso después de comer, que es cuando nuestro cuerpo demanda un 
espacio de pequeño sueño, se ha perdido en aras de la “productividad”, 
mal entendida por empresas y jefes, que consiguen que sus empleados se 
vuelvan ineficaces por el cansancio acumulado.
RRHH Magazine
 
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