Bajar algún escalón profesional puede ser la estrategia cuando nuestra
carrera está estancada y resulta imposible avanzar por nuestra culpa, por causa
de nuestra empresa, o del sector en el que trabajamos.
En España se considera un fracaso el
paso atrás porque se ve la carrera como algo lineal y horizontal
Los expertos señalan incluso que un despido no tiene por qué ser el final.
Más bien puede tratarse de un nuevo comienzo y una oportunidad no buscada pero
eficaz para impulsar nuestra vida profesional y alcanzar el éxito. Es el
principio de una reinvención, de un cambio que nos fortalece y nos prepara para
un futuro de éxito laboral.
Volantazo
profesional
En ocasiones, lo más conveniente y sensato es recurrir a la estrategia del
paso atrás.
Ovidio Peñalver, socio director de Isavia, cree razonable y conveniente
aceptar esa situación, porque "desatascar nuestra carrera profesional
puede pasar precisamente por un retroceso".
Se trata de pasar a la acción y volver a invertir en el futuro. El paso
atrás puede ofrecer la oportunidad de tomar un camino distinto que al final
resulta determinante para nuestro destino. Y para ello conviene olvidar los
prejuicios que limiten nuestra capacidad de recolocarnos.
Jorge Cagigas, socio de epicteles, recuerda que "estamos tan metidos
en los paradigmas comúnmente aceptados que habitualmente somos incapaces de dar
un volantazo y hacer un movimiento hacia atrás".
Conviene olvidar los prejuicios que
limiten nuestra capacidad de recolocarnos
Peñalver explica que esto puede suceder dentro de la propia compañía,
cuando decides cambiar de área funcional. Pierdes estatus, categoría, o sueldo.
Pero si tienes una mirada estratégica, el hecho de cambiar de área funcional
puede ser una inversión, que implica un retorno.
El socio director de Isavia se refiere asimismo a la posibilidad de cambiar
de empresa: "En ocasiones, por ir a otro sector diferente o a una
organización mucho más potente, también puede compensar el paso atrás".
Reinvención
En esa reinvención radical, Peñalver incluye cambiar
totalmente de actividad (o de carrera), y tomar la decisión de ganarse la vida
de otra manera; escogiendo incluso la aventura profesional en otro país o en un
mercado distinto: "Suelen perderse plumas en
ese cambio, pero siempre se ganan otras cosas".
Cagigas cree que con una visión lineal de nuestra carrera y de nuestra vida
resulta muy complicado tomar una decisión de cambio radical que sea efectiva:
"Solemos tener una serie de anclajes ligados al crecimiento lineal y
horizontal, pero si viéramos nuestra vida profesional y personal en sentido
circular y también en diagonal podríamos plantear los cambios de una forma muy
diferente".
A todas estas posibilidades de reinvención y renovación, Peñalver incluye
la posibilidad del periodo sabático: "es el concepto de barbecho aplicado
a la carrera profesional. Es evidente que pierdes en algunos aspectos (el
sueldo, entre otras cosas), pero normalmente se regresa con fuerza e ideas
renovadas". Hacer un master, o aprender un idioma pueden ser opciones para
esa renovación profesional que palian el estancamiento.
Cagigas insiste en que "la perspectiva desde la que se debe plantear
la reinvención debe ser si 'esto me complementa'. Cuanto más abiertos seamos,
mejores profesionales seremos, ya que un concepto lineal-vertical no permite
aprovechar demasiadas oportunidades".
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