El 47% de
los mandos dice que no tiene tiempo para aplicar correctamente el valor del
empleado
Reconocer su trabajo y premiar a
aquellos empleados que más aportan es una máxima en gestión de personas que,
pese a quien pese, está en peligro de extinción. Los jefes se quejan de que no
tienen tiempo para evaluar a sus colaboradores, ni siquiera a los más cercanos;
y los profesionales asumen la evaluación anual como un trámite más. Se cuentan
con los dedos de una mano el número de organizaciones que otorgan a la
evaluación anual el valor que tiene. Y no es una cuestión de percepciones.
Según el último estudio sobre esta materia realizado por Towers Watson, que
anticipa EXPANSIÓN, sólo el 36% de las empresas en Europa considera eficaz la
gestión del desempeño, y además, uno de cada tres managers asegura estar insatisfecho con su
aplicación. Un total de 384 organizaciones han participado en la elaboración de
esta encuesta que arroja otros datos que pueden parecer contradictorios, porque
el 88% de las compañías señala que la gestión del desempeño es "el proceso
primordial para orientar y reforzar la contribución de cada empleado hacia el
plan estratégico". Sin embargo, el 39% de las mismas indica que los jefes
no perciben el valor que tiene; y un 47% de éstos dice que no tienen tiempo
para aplicarlo correctamente.
Hay algo que no funciona. Más aún
si, como afirma Borja Arrieta, director de gestión del talento y del compromiso
de Towers Watson, "el sistema de gestión de desempeño es clave para
conectar al empleado con la estrategia de la organización.El problema es que no
está bien montado. El 31% de los jefes está satisfecho de estos sistemas, pero
no saben cuál es el impacto; perciben más la burocracia que supone que su
influencia en la organización". Estos datos no sorprenden en exceso a
Arrieta, quien menciona el resultado de otro informe, el Talent Management &Rewards que refleja que "el 30% de las
compañías sigue pagando el bono a empleados que no cumplen los objetivos".
Menos del
5% de las compañías ha eliminado la gestión del desempeño de su organización
No
obstante, el hecho de que menos del 5% de las compañías haya eliminado la
gestión del desempeño o esté planteando hacerlo, confirma que las empresas no
desprecian esta herramienta de seguimiento y evaluación del empleado. Y, según
el informe de Towers Watson, aunque el 23% de las empresas está considerando
prescindir de las evaluaciones de desempeño, únicamente el 6% ha tomado medidas
al respecto.
Sea como
sea, que los profesionales sepan qué opina su jefe de su trabajo es una
cuestión primordial para su desarrollo. Pero a la vista de estos resultados se plantea
un problema de difícil solución. Para Íñigo Capell, director general de
recursos de NHHotel Group, "estos porcentajes confirman que no se ha
cumplido la finalidad que originó todos los procesos de gestión del desempeño.
Es necesaria una profunda reflexión. Los sistemas más utilizados se han
convertido en 'un fin en sí mismos', en lugar de una herramienta para conseguir
objetivos. En demasiadas ocasiones se han trasladado sistemas teóricos a
organizaciones que culturalmente no estaban preparadas".
Gestión o pudor
Elena
Dinesen, directora general de recursos humanos de Sacyr, cree que las
organizaciones no utilizan "lo suficiente" la gestión del desempeño
como herramienta de comunicación con sus empleados: "Hay una diferencia
importante en cómo se utiliza en multinacionales anglosajonas, frente a locales
y nacionales. Es fundamental que la gestión del desempeño sea el eje sobre el
que pivotan el resto de las políticas de personas. Debe ser entendido como la
clave para la gestión del talento, el desarrollo profesional, las carreras y
planes de sucesiones, movilidad y el barómetro para mantener el nivel de
desempeño óptimo que espera el negocio para lograr las métricas y objetivos de
empresa, identificando a los que contribuyen al éxito, y a los que lo hacen
menos, tomando las medidas oportunas de reconocimiento y/o reemplazo".
Jefe y
empleado tienen que promover un proceso de comunicación continua todo el año
Pedro
Casaño, director de recursos humanos para el Sur de Europa de Mondelez, y Jorge
Muñoz, director de recursos humanos de Amper, coinciden con su homóloga en la
utilidad de la herramienta, pero señalan que convertirlo en algo mecánico y
rutinario es lo que le resta esa eficacia. "Está pensada para gestionar el
bajo desempeño de los empleados, no para su desarrollo", afirma Casaño,
quien apunta que a diferencia de las culturas anglosajonas, "a los latinos
nos cuesta mucho decir al profesional que no hace bien su trabajo".
Para Muñoz existe además otro
hándicap: "Algunos mandos son muy blandos y no se atreven a decir la
verdad; y, por otra parte, los profesionales tienen que aprender a ser humildes
sobre sus logros. En la gestión del desempeño se trata de explicar el qué y el
cómo de su trabajo. Funcionaría mejor si el resultado no estuviera ligado al bono".
Según el director de recursos humanos de Amper, es la clave para que las
mediciones sean más justas y, por supuesto, establecer unos objetivos previos y
retadores para el empleado. Casaño explica que, en su caso, para que la
evaluación se ajuste a la realidad en la medición de los objetivos, "en la
parte del 'cómo' se han conseguido esos logros, el manager pide opinión a compañeros y
subordinados para obtener una conclusión más global".
No sólo en cosa
de jefes
Los mandos, jefes o managers, es decir, quienes
mandan, no son los malos en esta película. Muñoz reconoce que se les exige ser
"psicólogos, terapeutas y, además, conseguir resultados, pero a veces es
todo tan simple como mantener una conversación con sus colaboradores para
comprobar que todo funciona". Y si el jefe es quien pone los objetivos
para hacer frente a los desafíos que persigue la empresa, el empleado tiene que
elaborar una lista de su contribución. Arrieta explica que "un buen
sistema de desempeño no se circunscribe a un momento en el tiempo. Requiere de
una evaluación continua y es el profesional el que debería provocar reuniones
periódicas con su superior. Ambos, jefe y empleado, tienen que promover un
proceso de comunicación continua modulable a lo largo de todo el año".
Es muy
importante contar con suficiente inversión para formar a los líderes en cómo
evaluar profesional
De lo contrario se corre el
peligro de dar la razón al profesor S. A. Culbert, de la Escuela de
Administración de la Universidad de California en Los Ángeles, quien aseguraba
que "el examen del desempeño (performance review) de un empleado
corrompe el sistema, porque hace que éste se concentre más en complacer a su
jefe que en alcanzar los resultados buscados. También hace difícil, si no
imposible, que éste sea sincero con quien detenta el poder".
Según
Capell, la clave para que jefes y empleados se tomen en serio esta herramienta
es a través del ejemplo: "Si el primer ejecutivo y el comité de dirección
lideran este proceso y son los primeros que dedican tiempo a trabajar y
desarrollar con sus equipos los planes de acción, el proceso fluirá de forma
natural por toda la organización y en muy poco tiempo será parte de la
cultura». Añade que "es muy importante contar con suficiente inversión
para formar a los líderes en cómo evaluar y construir planes de acción, contar
con herramientas sencillas, flexibles y adaptadas a cada realidad y para
determinados colectivos con el apoyo de expertos externos que complementen el
proceso". Desde hace unos años, en NH Hotel Group un 20% de la retribución
variable depende del desempeño anual. "Consideramos que el 'cómo' se
consiguen los objetivos es igual o más importante que los resultados
mismos", concluye.
La vara de medir tu desempeño
Existen
distintas herramientas para medir qué aportas. Borja Arrieta, director de
gestión del talento y del compromiso de Towers Watson, explica algunas de las
más utilizadas:
§ Evaluación del desempeño. Analiza cuáles han sido tus
logros a lo largo del año, tu contribución a la empresa. También puede haber
objetivos más globales para fomentar el trabajo en equipo o sentimiento de
pertenencia.
§ 'Development center'. Proceso de contraste para
profesionales con potencial de gestión. Generalmente lo realiza un proveedor
externo y a través de una sesión en grupo en la que se plantean distintas
situaciones. El objetivo es establecer planes de desarrollo e identificar el
talento a través de la observación de habilidades de gestión.
§ 'Management Appraisal'. Evaluación individual para
confirmar el potencial directivo. Se utiliza para contrastar momentos o
situaciones clave (promoción) en tu trayectoria profesional.
§ 'Assessment center'. Proceso de contraste para candidatos
y profesionales para la evaluación de competencias. Se utiliza en procesos de
selección y promoción mediante una sesión en grupo para promover la
participación y valorar la toma de decisiones, liderazgo o trabajo en equipo.
§ 'Feedback' 180 / 360. Apoya el desarrollo del empleado en
habilidades para detectar la validez y el encaje del profesional en el puesto
(se utiliza en posiciones con personas a su cargo). Es un proceso de valoración
multifuente: autoevaluación, superior, pares y colaboradores tienen que evaluar
los comportamientos de una persona.
§
Paneles de
calibración. Calibración de las valoraciones para asegurar la valoración con la
menor subjetividad. RRHH reúne a los mandos y ponen en común las valoraciones
preliminares independientes (jefe-colaborador) y ajustan bajo criterios
comunes.
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