Mentir, ser egoísta, tener prisa o estar en internet sin ser, entre las actitudes que debemos desechar
Infojobs se ha hecho eco de una lista de once actitudes que deben desterrarse a la hora de encontrar empleo elaborada por Guillem Recolons, socio fundador y personal brander en la consultora Soymimarca. ¿Quieres saber de qué actitudes se trata? ¡Sigue leyendo!
1. Pedir, pedir y pedir. Antes de pedir, Recolons recomienda dar: "Muchos headhunters y directores de RRHH estarán dispuestos a aceptar una conexión contigo y la tentación de pedirles trabajo de forma inmediata es diabólica, pero a menudo lo único que consigues es que te pongan en una lista negra y no vuelvan a interactuar contigo". En ese sentido, el fundador de Soymimarca recomienda "ganarse a las personas, obtener su confianza y proximidad y dar antes de pedir".
2. Ganancias pasadas no garantizan ganancias futuras, algo que para Recolons significa "no basar tu expectativa de remuneración en lo que has cobrado antes, sino en lo que deberías cobrar en función del valor que aportas". Internet está lleno de informes en los que es posible obtener ideas aproximadas de remuneración en función del tipo de proyecto a desarrollar.
3. Engañar y no mostrarte tal y como eres. Ya lo dice el refrán, "se pilla antes a un mentiroso que a un cojo", así que cabe tener en cuenta que "mostrar en tus perfiles online o en tu CV estudios que no has acabado, empresas en las que realmente no has trabajado (aunque hayas tenido alguna relación) es mala praxis, ya que hoy día es demasiado fácil comprobar la veracidad de esos datos. Además, si empiezas mintiendo a alguien que aún no te conoce te estás cerrando una puerta para siempre", subraya Recolons.
4. Ser egoísta. A la gente le suelen repeler las personas que solo hablan de sí mismas y que no comparten información de valor de otros ni agradecen las interacciones. Para ilustrar este punto, Recolons cita a Daniel H. Pink, quien dejó claro en su libro "Las aventuras de Johnny Bunko" el concepto "It’s not about you" o, lo que es lo mismo, "no se trata de ti, se trata de lo que eres capaz de aportar a los demás".
5. No tener un perfil en LinkedIn 100%, teniendo en cuenta que el porcentaje se refiere a si es un perfil completo o incompleto. "Hoy ese perfil vale más que 1.000 currículums, así que vale la pena esmerarse en trabajarlo a fondo, desde la selección de la fotografía hasta el titular profesional (lo que puedes hacer por los demás), pasando por un buen extracto que deje ver tu visión, tu misión, las bases de tu oferta profesional, los avales, los elementos diferenciales, etc., sin olvidar detallar con precisión las empresas en las que has trabajado, los centros en los que has estudiado y los títulos obtenidos, tu contribución a causas sociales, tus aptitudes (elemento clave) y los grupos de los que eres miembro e interactúas", apunta Recolons.
6. Tener prisa. De la misma manera que los demás nos huelen el miedo, también nos detectan el sentido de la urgencia. "Pero todos sabemos que Roma no se construyó en un día -apostilla Recolons-, así que el proceso de búsqueda de empleo debe ser estratégico, no táctico, y para que funcione bien debemos dedicarle 8 horas diarias." ¿Es eso mucho? Es lo mismo que ir a trabajar. "Dedicando 8 horas diarias podemos acelerar el proceso, pero si estamos en los colectivos de menos de 25 o de más 45 hay que tomárselo con más calma y trabajar a fondo la propuesta de valor y todos los elementos que conforman una buena estrategia personal", prosige.
7. No contar con nuestro entorno más cercano. A menudo puede avergonzarnos pedir ayuda a los nuestros, pero, en palabras de Recolons, "se trata de identificar a las personas que pueden echarnos un cable: familia, amigos, exclientes, excolaboradores, excompañeros de trabajo, compañeros de estudios, competidores, etc. Su ayuda para identificar oportunidades puede ser crucial, vale la pena aprovecharla".
8. Estar en internet "sin ser", lo que significa que no se trata de ir abriendo perfiles para ver si te encuentran, porque el problema es que encontrarán perfiles vacíos y eso mata. De lo que se trata, segñun Recolons, "es de mostrar un 70% de nuestro perfil más profesional y un 30% de nuestro perfil más humano". Y perfil humano "no significa llenar la red de fotos de gatos y bebés, sino hablar de valores, de aficiones de deportes, de lecturas, de recomendaciones", prosigue. Una persona que corra medias maratones y comparta eventualmente esa información en las redes, por ejemplo, está hablando de valores: planificación, rigor, cultura del esfuerzo, ansia de autosuperación.
9. Ir a salto de mata o, lo que es lo mismo, no disponer de un plan, de una estrategia. "Internet está lleno de personas volcando contenidos sin ton ni son. Es genial que dispongas de un blog y de 10 perfiles en redes sociales, pero ¿te has preguntado antes qué quieres conseguir, en qué plazo, a quién te quieres dirigir, cuál es tu propuesta de valor?", se pregunta Recolons. "Eso es planificar, y aunque puedas añadir elementos "frescos" del día, seguir una hoja de ruta es clave para lograr los objetivos", sentencia.
10. Buscar en un sector que no te gusta, lo que Recolons describe como "ganas de buscarse dos problemas, uno para quien te pudiera contratar y otro para ti". Pero el error es más común de lo que parece, a menudo porque pensamos que lo que nos gusta está peor remunerado que lo que no nos gusta. La cuestión para Recolons es "¿y? ¿Acaso no estaríamos dispuestos a renunciar a algo más de dinero a cambio de trabajar felices? Si un sector nos gusta ya tenemos la primera piedra de afinidad. Si además reunimos las competencias "hard" de conocimiento para poder aportar valor en él, mejor que mejor".
11. Centrarte exclusivamente en el entorno digital, factor en el que Recolons vuelve a tirar de otro autor, Landy Stalman, que en su libro "Branding Off/On" deja claro que "ambos mundos están interconectados y que ya casi no existe lo uno sin lo otro". Pero hasta los mejores youtubers deben acudir a shows en vivo para mostrar que también saben conectar en el mundo real con grandes audiencias.
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