Obsesionarse con el trabajo no produce necesariamente mejores resultados
Trabajar durante muchas horas y tener un gran sueldo es considerado por muchos como la marca del éxito
en estos días. De hecho, algunas de las generaciones más jóvenes han
comenzado a ligar –según varias encuestas recientes- el ser un adicto al
trabajo como una señal de profesionalidad o una razón de reconocimiento laboral.
Sin embargo, esta obsesiva necesidad de trabajar tiene un alto precio
que se paga en salud, relaciones personales e incluso calidad del
trabajo, según ha publicado en un artículo la BBC.
Llevar al límite nuestro enfoque profesional puede ser mortal,
tal como lo advierte un estudio realizado recientemente por el gobierno
de Japón, en el que se señala que una quinta parte de la fuerza laboral
de ese país se encuentra en riesgo de morir por sobrecarga de trabajo.
No obstante, la adicción al trabajo aún no está reconocida como una enfermedad
y hay pocos estudios científicos avalados al respecto. Pero, aun cuando
no se cuenta con una definición, los investigadores sí han constatado
su impacto en la salud física y mental y la Universidad de Bergen (Noruega) ya lo ha vinculado, en su estudio a gran escala, a otros problemas psicológicos como la ansiedad, la depresión y a desórdenes obsesivos compulsivos.
¿Cómo saber si te has vuelto adicto al trabajo?
“La adicción al trabajo es una compulsión, un deseo incontrolable de trabajar o de pensar en trabajo”,
explica el psicoterapeuta Bryan Robinson, quien ha realizado varios
estudios al respecto y que describe a los adictos al trabajo como
personas que, mientras están esquiando, sueñan con regresar al trabajo.
Según el especialista, esta adicción “no se define por el número de horas trabajadas, sino por lo que pasa en nuestro interior" .
Además, los resultados de los análisis realizados por la Universidad
de Georgia, dirigidos por la profesora de psicología industria y
organizacional, Malissa A. Clark, defienden que quienes sufren esta
adicción presentan elevados índices de estrés laboral, baja satisfacción con sus empleos, una aún más baja satisfacción con su vida personal y agotamiento extremo.
Para saber si estamos ante conductas adictivas al trabajo,
investigadores noruegos crearon una Escala de Adicción al Trabajo de
Bergen, la cual permite medir tu comportamiento, sentimientos y actitud hacia tu empleo.
“La droga de estos adictos es la adrenalina. El estrés, la presión, la
crisis, las fechas límites, todo eso genera adrenalina y la habilidad de
funcionar a un ritmo frenético", señalan.
¿Qué se debe hacer para evitar ser un adicto?
Los expertos explican que es vital crear un plan de trabajo y aferrarse a él. Planificar cuántas horas se va a dedicar a la oficina y enfocarse en cada tarea de forma individual. En el caso de que surjan trabajos inesperados sólo hay que volver a la lista de prioridades, reconsidérala y volverse a ceñir al plan.
Otras opciones de tratamiento incluyen buscar un terapeuta especializado en este problema, o asistir a foros y seminarios.
En este sentido, quizás, el primer obstáculo para encontrar tratamiento
es la falta de investigación. "No hay mucha investigación sobre cómo se
desarrolla esta adicción, y casi no existen estudios sobre la relación
entre este problema y los desórdenes mentales", explica Clark.
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