Todos hemos tenido que trabajar rodeados de auténticos trepas y malos profesionales.
El ambiente laboral o clima laboral son las percepciones que un trabajador tiene sobre los procesos y estructuras que ocurren en la organización donde trabaja.
Ocurre a diferentes niveles (organizacional, lugar de trabajo, personal) y ejercen una influencia directa en el comportamiento de éste, en su nivel de satisfacción y bienestar en el trabajo.
Cómo saber si estamos en un ambiente laboral tóxico
Existen diferentes señales que indican que estamos en un ambiente laboral negativo, por ejemplo, nuestro jefe nos hace la vida imposible o los compañeros de trabajo van todos a la suya.
En las siguientes líneas voy profundizar en estas señales, que son las que se muestran a continuación.
1. Liderazgo negativo
En los últimos años, muchos de los estudios e investigaciones relacionados con el bienestar en el trabajo han estado relacionados con la influencia que tienen los estilos de liderazgo sobre el bienestar de los trabajadores. Los superiores, por el lugar que ocupan en la estructura organizacional, ejercen una gran influencia sobre numerosas personas. Una sola acción jefe o directivo puede tener consecuencias negativas o positivas en todo un equipo, y por tanto, en los resultados de la empresa.
Las investigaciones indican que aquellos superiores que emplean un estilo de liderazgo transformacional, es decir, que se preocupan por los trabajadores, son carismáticos, se comunican de manera eficiente y poseen una fuerte visión compartida, que hacen llegar a los trabajadores (son capaces de cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones de éstos), son los que obtienen mejores resultados para la compañía y un mayor bienestar de los trabajadores.
- Si quieres profundizar en este tema, puedes leer nuestro artículo: “Tipos de Liderazgo: Las 5 clases de líder más habituales”
2. Problemas de rol
Los roles funcionan como pautas de comportamiento, y aunque pueden ser extremadamente complejos, son esenciales para el bienestar de los trabajadores. Los problemas de rol pueden producirse con frecuencia en las empresas cuando alguien no tiene claro el papel que desempeña dentro de ésta (ambigüedad de rol), tiene que hacer tareas que no le pertocan (sobrecarga de rol) o tiene que lidiar con demandas, exigencias en el trabajo que son entre sí incongruentes o incompatibles para realizar el trabajo (conflicto de rol).
Estos problemas de rol son generadores de estrés y burnout y suelen ocurrir muchas veces por la mala comunicación, especialmente de las capas altas de la empresa (por ejemplo, en la relación con los superiores o por una estructura de la empresa poco clara).
3. Sobrecarga de trabajo
Si en el punto anterior he hablando de la sobrecarga de rol, que más bien es un fenómeno psicológico en el que la persona puede realizar tareas que no son las suyas (pero no necesariamente incluye un exceso de trabajo); la sobrecarga de trabajo es más bien un fenómeno físico, en el que la persona simplemente no da a basto con el volumen de trabajo que tiene que realizar.
Por ejemplo, si un empleado solamente tiene la capacidad de producir 2 máquinas al día y desde la dirección le piden 8. Lógicamente, el trabajador acabará estresado y sufrirá las consecuencias negativas de este fenómeno.
4. Compañeros tóxicos (mobbing)
Los compañeros de trabajo son uno de los elementos clave en el ambiente laboral, ya sea para bien o para mal. Los estudios científicos sugieren la buena relación con éstos tiene un efecto amortiguador en relación al estrés, es decir, que en casos en los que este fenómeno se manifiesta, los compañeros reducen su efecto negativo. Ahora bien, una mala relación con los compañeros es un estresor muy frecuente. Especialmente si en esta relación ocurren casos de acoso laboral o mobbing.
Existen diferentes tipo de mobbing, por lo que el acosador o acosado también puede ser un jefe. Para conocer las diferentes clases de acoso laboral, puedes leer nuestro artículo: “Los 6 tipos de mobbing o acoso laboral”
5. Falta de compromiso con la organización
Los investigadores, cuando quieren conocer el clima laboral, suelen medir algunas variables que son consecuencia del descenso de bienestar en el trabajo. uno de ellos es la falta de compromiso con la empresa.
Cuando una persona está a gusto en el trabajo siente la empresa como suya e incluso se siente orgulloso de pertenecer a esa marca. No ocurre lo mismo cuando el ambiente laboral es tóxico.
6. Deseos de dejar la empresa y absentismo
Otra de las variables que son consecuencia de estar a disgusto en el trabajo es el absentismo, es decir, cuando la persona falta al trabajo con frecuencia por diferentes razones, generalmente por una baja médica.
Sin embargo, no es necesario que el trabajadores esté ausente o abandone la empresa cuando está a disgusto, porque en los últimos tiempos esta cifra se ha reducido con la crisis económica y por el “síndrome del superviviente”. En realidad, la simple idea abandonar la empresa puede medirse, y es lo que se conoce como intención de abandonar la empresa. Cuando una persona se encuentra dentro de un ambiente laboral tóxico, las ganas de dejar la empresa aumentan.
7. No te motiva ir a trabajar
Los dos puntos anteriores son un claro indicio de desmotivación hacia el trabajo y las pocas ganas de trabajar que se generan cuando el ambiente laboral es tóxico. Las personas que no están a gusto en el trabajo o están estresadas sienten una gran pesadez y desmotivación cada vez que han de dirigirse hacia al lugar de trabajo.
8. Sientes que no puedes crecer dentro de la empresa
La estructura de la empresa y también afecta al bienestar de los trabajadores y a la motivación que uno siente, y cuando no existe un plan de desarrollo, la personas perciben que se estancan. A la larga, esto no es positivo para su bienestar y, por tanto, aparece el estrés y la desmotivación.
9. Horarios irracionales
Muchas empresas, conscientes de la necesidad que tienen las personas por ganar un sueldo, ponen horarios a sus trabajadores que no tienen en cuenta sus necesidades fuera del trabajo, sus momentos de ocio y, en general, su bienestar. De hecho, algunas empresas incluso lo hacen de manera ilegal. La necesidad por tener un trabajo lleva a muchas personas a no denunciar pese a tener horarios y condiciones laborales ilegales.
10. Mala comunicación
Uno de los fenómenos que provoca un mayor malestar en el trabajo y un ambiente laboral tóxico es la comunicación, que puede manifestarse en diferentes niveles. En el primer punto he hablado de los estilos de liderazgo y de su influencia en el estrés, y que un estilo de liderazgo se considere saludable o no viene determinado muchas veces por las habilidades comunicativas. Ahora bien, la mala comunicación también puede ocurrir, por ejemplo, entre compañeros o desde diferentes departamentos de la empresa, y puede generar problemas de rol, malestar, conflictos y otros fenómenos negativos.
11. No te sientes valorado
Las personas somos seres emocionales, y a todos nos gusta que nos valoren. La gran mayoría de nosotros ha pasado media vida estudiando y luchando por nuestra carrera profesional.
Hace tan sólo unos lustros, muchas empresas formaban a los trabajadores, y algunos de éstos sentían que tenían una deuda con la organización. Hoy en día, después de estudiar y costearnos los estudios durante los 4 años de Grado (más los diferentes Másters) queremos un poco de respeto y valoración. Cuando esto no ocurre, es muy probable que la desmotivación y el malestar hagan signo de presencia.
12. Estás estresado o quemado
Todos los puntos anteriores tienen algo en común, y es que si se producen durante un periodo de tiempo prolongado generan estrés y burnout: uno de los grandes males del trabajo, porque no solo afecta a los trabajadores sino también a los resultados de la organización.
Es frecuente ver departamentos enteros e incluso colectivos (por ejemplo, enfermeros) sufriendo estrés por todas las variables anteriores y otras que también afectan al entorno de trabajo y que están fuera del control de la empresa. Por ejemplo, las decisiones políticas o los recortes de presupuesto en sanidad (en el caso de los enfermeros). Por tanto, son muchas las variables pueden llevar a una persona a vivir en un ambiente laboral tóxico.
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