La entrevista de trabajo es una parte
fundamental de todo proceso de selección. Y la mayoría de personas sigue
preparando mal una entrevista. Bueno, en realidad debemos aclarar que normalmente la preparación suele ser muy superficial, y eso lleva a estas personas a tener que pensar y hasta improvisar sobre la marcha.
Como has
podido leer en otros artículos, si en la entrevista tenemos que pensar
mucho nuestras respuestas y hacer un ejercicio de reflexión, es muy
posible que acabemos diciendo algo con lo que no nos identifiquemos o
que no suene creíble porque estamos contestando apremiados por el tiempo
y la situación.
Por eso, la clave, como siempre, esta en la práctica y la preparación.
El ejercicio de las 3 cosas.
Te propongo un ejercicio para preparar tu entrevista, yo lo llamo el ejercicio de las 3 cosas, y consiste en un ejercicio de reflexión personal para esclarecer qué es lo que consideras más importante a comunicar en una entrevista.
Piensa que solo puedes decir 3 cosas al entrevistador, solo 3 cosas. ¿Qué dirías?, ¿qué enfatizarías de ti?, ¿qué imagen deseas transmitir?.
Puede ser sobre tu experiencia, tu formación, tus habilidades, tu
personalidad… sobre cualquier cosa que tu consideres imprescindible.
Piénsalo bien, solo tienes 3 posibles cosas que comunicar, solamente tres.
Cuando tengas claras esas 3 cosas, intenta establecer una prioridad, seguro que una de ellas es la más importante para ti y las otras dos pueden quedar en un segundo pero importante plano. ¿Tienes ya esa prioridad preparada?
¿Y ahora, qué?
Ahora trabaja sobre tu prioridad y las otras dos cosas que has decidido que son imprescindibles para ti,
que son las que más y mejor te venden, las que pueden hacer que la
balanza caiga de tu lado. La forma de trabajar que te propongo sobre
ellas es sencilla: prepara las respuestas a las preguntas habituales y que ya sabes que van a caer en una entrevista pensando en darle una buena orientación que te permita destacar esto que para ti es tan importante.
Ojo, esto
no quiere decir que debas contestar de forma esquiva y salir por donde
quieras, sino que intentes transmitir y dar breves pinceladas de eso que
deseas transmitir. Y si, en una entrevista hay muchas preguntas, y no
en todas podrás aportar esas cosas que para ti son imprescindibles, pero
en muchas otras preguntas seguro que puedes reivindicar estas claves
tan importantes para ti. Como te digo, el ejercicio consiste en que en casa prepares estas posibles respuestas añadiendo tu “ingrediente secreto”.
El objetivo de todo esto.
Es un ejercicio de autoconocimiento y reflexión, es un ejercicio para intentar aclarar cómo te identificas, qué quieres, cómo deseas proyectarte.
Y te propongo este ejercicio no por nada, sino porque por mi
experiencia como reclutadora es muy frecuente ver personas que son muy
buenas en su profesión, pero algo perdidas, porque no comunican nada, no transmiten, no se diferencian. Y al final se elige al candidato que, cumpliendo con los requisitos, es capaz de demostrar que se conoce a sí mismo mejor que nadie y eso le da una confianza especial para afrontar nuevos retos.
Conócete a ti mismo para hacer la mejor entrevista posible.
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