martes, 16 de junio de 2009

La crisis económica amenaza de modo particular el empleo femenino

Ante la coyuntura económica del momento, las empresas están retrocediendo en sus compromisos con la igualdad así como también en lo que a políticas de conciliación de la vida laboral y familiar se refiere.
¿Son posibles las medidas de conciliación en tiempos de crisis? ¿Las empresas se aprovechan de la crisis y algunos recortes y medidas no tienen explicación?
Sin duda alguna éstas son algunas de las preguntas que más nos preocupan en estos tiempos de incertidumbre económica, política y social. Las mujeres son quienes más están sufriendo este retroceso, y debido a ello desde la Consultora Concilia Vida Familiar y Laboral se va a poner en marcha un Observatorio que servirá para recoger el testimonio de las mujeres que están sufriendo directamente esta situación.
Detrás de las estadísticas hay personas con nombres y apellidos y desde Canal Concilia se pretende dar voz a estas mujeres para que sus casos no queden en el olvido y sólo se vean como un número. Mediante una serie de entrevistas, que se publicarán a través de la Web de Canal Concilia, las mujeres podrán explicar las barreras que encuentran para acceder a puestos de responsabilidad; la discriminación laboral que sufren respecto a sus compañeros varones o la especial dificultad que tienen para incorporarse al mercado laboral tras una reciente maternidad.
“Con estas medidas se pretende reflejar la dura realidad a la que se enfrentan las mujeres que continúan siendo las que mayoritariamente les toca asumir las responsabilidades familiares. La crisis está reduciendo los niveles de absentismo laboral, ahora la mayoría de las personas trabajadoras tiene miedo a que les den una baja o pedir un día de permiso para cuidar a un familiar”, ha señalado la directora de Canal Concilia Maria Teresa Deira.
Sin embargo los departamentos responsables de RRHH deben de tener presente que el hecho de incorporar medidas que ayuden a conciliar la vida laboral y personal no deben considerarse como un gasto sino una inversión. Las empresas deberían tener en cuenta sus necesidades de producción pero sin olvidar también la importancia de valorar las necesidades de sus plantillas con el fin de avanzar al unísono y optimizar resultados.

Cada vez el público consumidor está más sensibilizado hacia el consumo responsable, hacia las empresas que cuidan el medio ambiente o contra aquellas otras que llevan a cabo prácticas abusivas y discriminatorias entre sus plantillas. Debido ello, aquellas empresas que mejor puedan “acreditar” sus buenas prácticas o sus compromisos con la conciliación, serán las que más cuenten con el favor del público consumidor para elegir sus productos o sus servicios.

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