lunes, 8 de noviembre de 2010

Una nueva cultura del fracaso

Un amigo 'headhunter' me contó una anécdota que le sucedió al entrevistar a un candidato estadounidense. Tras media hora, el candidato le preguntó inquieto: "¿Cuándo me va a preguntar sobre mis fracasos?" A mi amigo, como buen latino, ni se le había ocurrido hacer una pregunta de tal estilo.

No cabe duda que nuestra cultura padece una alergia: El miedo a fracasar. ¿Cuántos de nosotros hemos vivido un despido y hemos evitado que se sepa? No sólo en las entrevistas de selección, en las que todos nos ponemos el disfraz de superprofesionales-a-los-que-nunca-han-despedido-de-ninguna-empresa, sino en entornos más distendidos.

Y el motivo es muy simple: Interpretamos el fracaso como una mancha, lo que nos impide innovar o emprender nuevos negocios.

Tenemos que cambiar la cultura del fracaso por la del aprendizaje del error y los directivos deberían reconocérselo a sus equipos. En Bimbo, por ejemplo, una vez al año su presidente, Esteban Farrero, entrega dos premios en metálico: Uno al proyecto de éxito y otro al que ha cometido el mayor fracaso. A este último se le pide que lo celebre con su equipo para compartir lo aprendido del error.

Pero el reto no sólo está en las empresas, sino también en cada uno de nosotros. Deberíamos hablar más de nuestros errores y sus aprendizajes, y no tanto de vender una imagen de éxito "sin manchas". Personalmente, me he equivocado muchas veces, de todas ellas he aprendido y espero seguir errando muchas otras (no olvidemos que error está relacionado con errar, que significa buscar otras alternativas).

En definitiva, si queremos transformar nuestra cultura, tenemos que cambiar la pregunta "¿has fracasado?" por "¿has acertado o has aprendido?".

No hay comentarios: