De
todos es sabido que se nos denomina Recursos Humanos (RRHH) aunque ya
desde hace tiempo muchas asociaciones profesionales han cambiado su
denominación para dejar claro el mensaje de que, a pesar que el título
más conocido es ese, es un flaco favor para la profesión considerarlo
“recurso”. La mayoría que han cambiado ha preferido Dirección de
Personas, Desarrollo de Personas o similares. Quizás pueda pensar que es
un tema conceptual nada más, pero permítame defender que es mucho más.
La etiqueta casi define la función. Si usted quiere recursos los tendrá, pero sería como quedarse con una pequeña parte de lo que puede hacer la función en la organización. Veamos algunos ejemplos y quizás quede más claro.
La etiqueta casi define la función. Si usted quiere recursos los tendrá, pero sería como quedarse con una pequeña parte de lo que puede hacer la función en la organización. Veamos algunos ejemplos y quizás quede más claro.
Fernando,
Director Comercial, lleva un departamento con más de 100 personas, la
empresa es claramente comercial y tiene cuatro jefes de equipo. Fernando
no es director de RRHH pero sin embargo sobre él recaen competencias
claras de liderar personas. La pregunta en este caso sería precisamente
cómo afectan los RRHH a Fernando e incluso cómo le pueden ayudar.
Fernando puede pedir ayuda al departamento para los procesos de
selección, para la evaluación del perfil del trabajador, para analizar
potenciales profesionales a promocionar, para revisar salarios o incluso
beneficios sociales. Hay muchas más cosas, pero desde luego hay una
importante que a veces nos olvidamos. Si Fernando piensa en RRHH como
recurso, lo utilizará para sus fines en la medida lo necesite. Pero si
Fernando considera que él mismo dirige personas, igual considera que
casi pertenece también al departamento mal llamado de RRHH. Ahora lo
podemos llamar departamento de Dirección de Personas (DP). Si a Fernando
lo motiva e implica el director del departamento de DP como un socio,
aliado y como alguien que comparte sus objetivos, seguramente la
relación de Fernando con el departamento será mejor y más integra. Esto
implica que igual desde el departamento de DP se ayuda a Fernando, pero
con Fernando, a liderar el equipo, a seleccionar, a evaluar y a
incentivar, entre otros.
Si esto mismo que hemos conseguido con el departamento comercial lo hacemos con el departamento financiero y con el de producción, entre otros, seguramente el departamento de DP tendría otro impacto en la organización. Por lo tanto, en la medida que tenemos personas en todos los departamentos y que se busca su productividad y mejora continua, podríamos decir que el departamento de DP está en todo. No es una frase hecha. Recuerde que los proyectos mueren por los fallos en la implementación de la estrategia, y eso solo es posible si contamos con el talento adecuado. Estrategas cada vez hay más, pero implementadores de la estrategia nos cuesta encontrar. Eso impide que haya más proyecto emprendedor a pesar que tenemos mucha gente con ideas.
La
productividad depende de la entrega, compromiso, esfuerzo y confianza
que hemos generado con el empleado. La innovación en la organización
depende del clima organizativo y de las estrategias de empowerment que
se hayan diseñado para mejorar la profesionalidad de los profesionales.
Personas,
personas y más personas… no son palabras, son hechos ya contrastados y
sobre todo realidades que afectan al rendimiento y competitividad
organizativa. De usted depende decidir cómo llamarlo...
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