martes, 7 de enero de 2014

Los siete ejes para lograr la armonía en las organizaciones

Talento, escucha, esfuerzo, sueños, acción, actitud y diversión son las siete claves para que todo equipo  y empresa supere las posibles adversidades y logre el triunfo. 
¿Cuáles son las notas fundamentales que logran activar la palanca de la mejora continua en el seno de los equipos y de las organizaciones? Fernando Botella, CEO de Think&Action, explica que “una organización armónica se identifican por tres H: Humanidad, las relaciones entre sus miembros están basadas en el equilibrio, el respeto, la escucha y la empatía, en definitiva en el principio del: ‘yo bien, tú bien’; sentido del humor, la gente con sentido del humor es más creativa, capaz de generar más y mejores ideas, y humildad, una organización no puede permitirse el lujo de caer en la autocomplacencia y perder la capacidad de aprendizaje y mejora continua, porque esta es la única garantía de supervivencia hoy”.

Las siete notas de la armonía organizacional
Según Botella, experto en liderazgo, talento e innovación, son siete, al igual que en la música, las notas que consiguen crear la armonía en el mundo empresarial.

Talento: Una de las herramientas fundamentales del crecimiento armónico de profesionales y organizaciones es el desafío del statu quo. Y para ello necesitamos grandes dosis de talento, que no es más que la combinación de conocimiento, creatividad, disposición al cambio y coraje.

"La mejora y el aprendizaje continuo necesita de todos estos registros: capacidad para ver la realidad de una manera desacostumbrada, para asumir la necesidad del cambio y valentía para llevarlo a cabo”, señaló Botella.

Escucha activa: “La puerta del crecimiento y la mejora continua se abre desde la escucha activa. Es fundamental en las organizaciones que todos sus miembros estén dispuestos a escucharse y aprender unos de otros. Cuando hablas, expresas algo que ya sabes; cuando escuchas, abres la posibilidad de aprender algo nuevo”, indicó Botella. Los dos bloqueadores más habituales de la escucha: el síndrome de la doble opinión, “que es aquel que te lleva a pensar que solo hay dos opiniones, la mía y la equivocada”, y el fenómeno de la interrupción continua: “La multitarea impide la escucha empática”.

Esfuerzo: “Al éxito y al cumplimiento de los objetivos no se llega de la noche a la mañana, sino a través del esfuerzo sostenido en el tiempo. Sin embargo, nos hemos convertido en perseguidores del éxito inmediato y hemos olvidado que todo lo que queremos conseguir requiere perseverancia. El esfuerzo es absolutamente necesario porque es el que consigue que las cosas pasen. Sin perseverancia no hay práctica, ensayo, experiencias, aprendizajes ni desarrollos”, explicó Botella.

Soñar: “Nos han enseñado a querer controlarlo todo, pero no es posible. La vida en general y también la de una organización es insegura, incierta e incómoda. Hay que aprender a aceptar la incertidumbre y a gestionar desde ella".

Acción:
Según Botella, “el cumplimiento de los objetivos depende de nuestra capacidad de acción. Somos lo que hacemos, así que para cambiar y llegar a ser algo diferente, hay que revisar lo que estamos haciendo y empezar a hacer algo distinto. El cambio necesario en las organizaciones pasa por el análisis de cómo se hacen las cosas y la modificación de los comportamientos”.

Actitud: En las empresas y en la gestión de personas le hemos dado demasiada importancia y peso a la motivación y hemos dejado un poco de lado un factor mucho más determinante que es el de la voluntad. "La voluntad es la que rige nuestra actitud. Necesitamos, por tanto, que nuestros colaboradores estén motivados, pero, sobre todo, que dispongan de la voluntad necesaria para conducir a la organización al cumplimiento de sus metas”, señaló el experto en talento.

Diversión: “La séptima nota que no puede faltar en cualquier equipo y compañía es la diversión, porque esta es la que dispara el talento, activa el “on” de las personas, su ilusión, su creatividad, sus pasiones, su voluntad…Cuando se juntan el talento, la actitud adecuada, el esfuerzo, la capacidad de soñar y de actuar, con la diversión, es cuando empiezan a suceder las cosas”, concluyó Fernando Botella.
 

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