Siete lecciones de emprendimiento del legado de Martin Luther King
Un empresario reflexiona en el portal Inc. sobre lo que podemos aprender de este héroe americano
Cada
año, el tercer lunes de enero, Estados Unidos celebra el día de Martin
Luther King, por la proximidad de su cumpleaños, el 15 de enero. Este
pastor tuvo un papel fundamental en la defensa de los derechos de los
afroamericanos y de la población más pobre en general, pero fue
asesinado en el hotel que se alojaba en Tennessee cuando acudió a apoyar
a los barrenderos negros en su huelga. Fue el primer afroamericano por
el que Estados Unidos decreto luto nacional, y a su funeral asistieron
más de 300.000 personas.
Aunque haya pasado tiempo y se haya
avanzado mucho en los derechos que defendía, hasta tener un presidente
afroamericano en la Casa Blanca, se siguen extrayendo aprendizajes de su
legado. En concreto, el empresario Dave Kerpen, colaborador del portal
Inc., publica una lista de siete actitudes de Martin Luther King que
pueden ser especialmente útiles para los emprendedores. Son las
siguientes.
1. Soñar en grande. El discurso más conocido de King es el que
empieza: “Tengo un sueño…”, pronunciado en la marcha hacia Washington en
1963. Cualquier emprendedor, aunque tiene que ser realista con las
posibilidades de las que dispone, debe también tener sueños a lo grande
para conseguir que su iniciativa salga adelante.
2. Persuadir aún sin poder. Mediante la desobediencia civil no
violenta, este pastor fue capaz de persuadir a millones de
estadounidenses para que se unieran al movimiento por los derechos
civiles. Un emprendedor necesita también ese poder, para tener de su
parte a los inversores, a los clientes y a los empleados. Pero esto no
se consigue con el formato tradicional de jefe poderoso y agresivo, que
cada vez resulta más ineficaz, sino que la mejor manera de persuadir a
al entorno es siendo amable y agradecido.
3. Dar a la gente algo en qué creer. Martin Luther King consiguió
pasar a la historia precisamente por esto, porque dio a la gente algo
en qué creer. Cualquier empresario tiene que hacer lo mismo, haciendo
partícipes a los demás implicados de un proyecto que es de todos.
Además, es necesario establecer un plan estratégico acerca de la misión y
los valores de la iniciativa, elaborado conjuntamente.
4. Aceptar el miedo y ser valiente. Él nunca tuvo ningún reparo
en mostrar sus temores. Tenía miedo de no ser comprendido, de no ser
aceptado, y evidentemente de ser agredido, un miedo fundamentado que
puso fin a su vida. Pero a pesar de esto, seguía adelante y pedía a los
demás que no tuvieran miedo. Esa es la actitud, admitiendo los miedos
propios, encontrar la mejor manera de superarlos.
5. Involucrar al personal. Martin Luther King fue capaz de tejer
un movimiento espectacular simplemente porque involucraba a la gente en
él. Todo el mundo se sentía parte de ese algo, que era más grande que
ellos. Es imprescindible involucrar a todas las personas implicadas en
el proyecto, haciéndoles ver que están construyendo algo que les puede
llevar más lejos gracias a su contribución y al trabajo en equipo.
Además, ¡nunca se sabe de quién provendrá la próxima propuesta de
mejora!
6. Crear un sentido de urgencia. Aunque los derechos de los
afroamericanos eran infravalorados hacía mucho tiempo, King consiguió
transmitir la sensación de que era el momento de solucionarlo, y que era
irremediable hacerlo en ese momento. Ante circunstancias adversas en la
actualidad para la empresa, hay que convertirlas en la sensación de que
es el momento idóneo para ponerles remedio.
7. Inspirar a los demás. Cualquier líder necesita inspirar a los
demás para convencerlos y conseguir su apoyo. Martin Luther King fue un
maestro en este sentido y esta es quizás la lección más importante pero
también la más difícil de imitar. A menudo se trata de una habilidad
innata, y que acompaña a la mayoría de emprendedores ¡simplemente por el
hecho de haberse aventurado!
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