lunes, 29 de febrero de 2016

3 errores del trabajador novato

Los errores de los primeros días pueden marcar la tendencia de nuestra carrera profesional


Cuando se empieza en un nuevo puesto de trabajo siempre existen los nervios de los primeros días. No conocer a los compañeros, las rutinas, el espacio son algunas de las situaciones que nos tienen en tensión los días previos y también los primeros días. En este estado es posible que cometamos algunos errores de novatos.
Hasta que no nos habituamos al nuevo empleo solemos ir de puntillas en todo lo que hacemos. Por este motivo os ofrecemos, a continuación, 3 errores del trabajador novato que se cometen durante los primeros días y que pueden acompañarnos a lo largo de nuestro paso por la empresa.

1. Saltarse el almuerzo
Durante los primeros días y hasta que no estemos habituados a las rutinas productivas de este nuevo empleo, lo más seguro es que tardemos más de lo habitual en realizar las tareas. No por eso debemos saltarnos la hora del almuerzo. Aunque tengas que hacerlo en el mismo escritorio es bueno que te tomes también tu tiempo. Eso será positivo en varios sentidos. En primer lugar, es un hábito saludable que no debemos pasar por alto. Mejorará tu productividad, pues la pausa ayudará a que recargues las pilas para continuar trabajando y reducirá tu estrés. Asimismo, este tiempo de descanso puede contribuir a entablar más relación con tus compañeros de trabajo, hablando de temas que no tienen por qué estar relacionados estrictamente con la empresa.

2. Trabajar hasta tarde
Mente y cuerpo necesitan siempre un descanso. Por eso, realizar tu jornada de 8 horas y quedarse en la oficina 2 o 3 horas más o incluso hacerlo desde casa es un mal patrón. Reproducir diariamente esta conducta desde el inicio puede generar expectativas poco realistas en tu rendimiento de trabajo. Si, por ejemplo, nos quedamos hasta tarde para concluir un proyecto en dos días cuando en realidad eran necesarios 3, establecemos expectativas alejadas de la realidad tanto en el proyecto como en nuestro trabajo. Así, se corre el riesgo de adquirir un hábito poco sostenible a largo plazo.
La mejor manera de actuar en un nuevo empleo es observar cómo funcionan los procesos productivos y la cultura corporativa, averiguar las horas que dedican tus compañeros en la oficina y actuar de manera similar. Si lo que realmente preocupa es el no poder terminar una tarea a tiempo,basta con entrar unos minutos antes y salir unos minutos más tarde. Aunque esto no significa que, de manera ocasional, no pueda ser necesario dedicar horas extras en el trabajo, siempre que no se convierta en una rutina diaria.

2. Comprobar el correo a altas horas de la noche
Este es un reto al que no sólo se enfrentan los novatos, sino también altos ejecutivos con años de recorrido en la empresa. Es tan fácil comprobar el correo desde un terminal móvil, que resulta casi imposible no hacerlo. Sin embargo, es un mal hábito hacerlo a altas horas de la noche y también en vacaciones. Este nivel de conectividad es un mal hábito para la salud y para la productividad. Es crucial desconectar de la oficina una vez hemos terminado nuestra jornada para poder volver a la mañana siguiente fresco y con energía.
Si desde un inicio evitamos estos errores de “principiante” evitaremos que se reproduzcan continuamente a lo largo de nuestro recorrido en la empresa y también en nuevos empleos. Es algo que beneficiará tanto a nuestra salud como a nuestra carrera profesional.

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