jueves, 15 de junio de 2017

Empresas de todo el mundo instalan sensores espía en las mesas de sus trabajadores

  • Sensores inteligentes situados en el escritorio o en los techos permiten situar a cada empleado en su escritorio, o incluso saber su posición en la oficina

Empresas de todo el mundo instalan sensores espía en las mesas de sus trabajadores

Recientemente, las oficinas de miles de negocios en todo el planeta han adoptado un nuevo tipo de tecnología capaz de determinar qué trabajadores están sentados en su escritorio y cuáles no.
Sensores de Herman Miller. Cuestan 100 dólares cada unidad más una tarifa de 36 dólares anuales para la plataforma por empleadoEsta nueva tendencia permite a la administración de cada empresa, incluyendo al departamento de recursos humanos, tener estadísticas detalladas y precisas de horas de entrada y salida, tiempos muertos, salidas espontáneas a fumar, el almuerzo y demás de sus empleados.

Permite saber quién está en su puesto y durante cuánto tiempo, incluyendo la hora de entrada, salida y las pausas
Estos dispositivos pueden estar ubicados debajo del escritorio o situados en los sistemas de iluminación sobre las cabezas de los trabajadores en forma de sensor de movimiento que detecta si hay alguien sentado en su puesto.
El valor es obvio: poder tener datos de tus empleados de forma global y detallada de forma individual. Aunque obviamente no todos están contentos. En 2016, el diario británico Daily Telegraph instaló este tipo de sensores en sus oficinas londinenses solo para retirarlos de forma inmediata tras las protestas de los trabajadores.
OccupEye permite ver de un vistazo el estado de la oficinaLa legislación en casi todos los países es clara: estos dispositivos son legales y la administración de una empresa puede instalarlos en cualquier parte de la oficina excepto donde un trabajador tenga condiciones de privacidad, como pueden ser los baños.
Javier Ruiz Diaz, director de políticas en el Open Rights Group, una organización digital de derechos civiles, comentaba que “tienes derecho a la privacidad, y no deberías cederlo tampoco en el trabajo”.
Es una práctica legal, aunque las protestas de los trabajadores han conseguido retirarlos en algunos casos
Otras empresas optan por medir el rendimiento de sus empleados con dispositivos corporales gratuitos como pulseras de medición física, o midiendo los datos de los smartphones de empresa. De esta forma pueden llegar a saber qué aplicaciones están abiertas durante qué momento y en qué lugar se encuentran.
Algunas de las empresas que han instalado esto hablan también de buscar optimizar costes de oficina y de energía. Si disponen de una fuerza laboral grande y distribuida en varios edificios y oficinas, pueden ubicar rápidamente cómo reducir el coste. Pueden utilizarse para automatizar elementos como el aire acondicionado, la calefacción o la iluminación según el número de personas presentes.

¿Puede este tipo de elementos cambiar la forma en que los empleados trabajan? Paul Bernal, de la Universidad de East Anglia así opinaba en declaraciones a New Scientist. “Puede ser espeluznante y molestar a algunos, lo cuál puede llegar a ser contraproducente si afecta a su comportamiento”.
Otros expertos aseguran que los empleados pueden empezar a intentar engañar al sistema. Los sensores no son infalibles y gracias a la prueba y error, pueden encontrar formas de indicar su presencia delante del escritorio. En este caso, se iniciará un proceso de gato y el ratón en donde todos pierden.
Tu empresa puede monitorizar tu posición en cualquier parte de sus instalaciones menos en los baños


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