lunes, 18 de marzo de 2013

¿Sirven los códigos éticos en la empresa?

  • La mayoría de encuestados considera que estos códigos éticos tienen poca aplicación práctica
  • A la hora de elaborar nuestras reglas de conducta debemos ser conscientes de nuestras características y nuestra naturaleza
 

La encuesta del mes de febrero formulaba la siguiente cuestión ¿Qué papel juegan los códigos de conducta y ética en las empresas? y obtenía los siguientes porcentajes de voto en las respuestas:

· Son un referente pero les falta relevancia en el día a día: 45.45%
· Son determinantes en el rumbo de la compañía que los implementa: 31.82%
· Son conjuntos de buenas intenciones imposibles de cumplir en un negocio: 23%

La votación del mes de febrero nos permite ver cómo, para el 45% de encuestados, estos códigos tienen poca importancia en la actividad de la empresa. Con un 15% menos de votantes se queda la opción de que sí tienen peso en la organización que los implementa.

Esa desconexión entre los valores que buscamos y los que ponemos en práctica en muchas ocasiones tiene que ver con el planteamiento de los códigos éticos. En esa fase tenemos que saber cómo queremos ser, pero también cómo somos. Las organizaciones deben analizar sus características, su entorno, su competencia, sus problemas… Y en función de todo eso, trazar las líneas generales que van a determinar ese código. Gran parte de las compañías han abusado de formatos standard al plantear estos documentos. No tener en cuenta tu propia naturaleza a la hora de crear las “reglas” que van a determinar tus actuaciones convierten en papel mojado el documento que lo contienen desde su creación. Es necesario tener en cuenta qué obstáculos se presentan en el día a día de la empresa y quienes son los encargados de esquivarlos. Ser confuso o demasiado general nos llevará a que las conductas propuestas se alejen de nuestra realidad y no pueda darse la aplicación que se debe.

En esta línea, y dentro del libro Los mitos de Silvia, Jorge Cajigas recomienda cuatro etapas para la elaboración del mismo:

1) Definición de una estructura de equipos de trabajo
2) Redacción de código de conducta:
· Análisis de la empresa
· Identificación de las áreas críticas
· Definición de los comportamientos de riesgo
3) Comunicación y formación
4) Asesoramiento y vigilancia del cumplimiento

La tercera respuesta en número de votos es la que hace referencia a la imposibilidad de que estos códigos se lleven a cabo (31%). Un dato que nos sirve para analizar el origen frecuente de los códigos. Normalmente no se definen los valores desde los principios. Nos solemos dar reglas a raíz de crisis. Por ejemplo Nike fue denunciada en 1990 por utilizar empresas que recurrían a la explotación infantil en Asia. Sus ventas descendieron. En 1992 la compañía, dedicada al textil y calzado deportivo, publicó un Código de conducta con el compromiso de que todos sus contratistas se ajustaran a una serie de reglas que no permitían el abuso de niños. Es decir, sólo cuando ha afectado a nuestro rumbo como compañía planteamos una solución apegada a los valores. Entonces los códigos se convierten en una respuesta al mercado más que a nuestros iniciales propósitos, y lo que es peor, son percibidos como tal.




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