Reid Hoffman, fundador de LinkedIn, asegura que "en un mundo
interconectado nunca más podremos controlar nuestro currículo". La
cuestión es cómo llegaremos entonces a pilotar nuestra empleabilidad.
Somos lo que nuestros amigos creen que somos; lo que valen y pesan
nuestras interacciones; la imagen que damos en las redes sociales. Todo
eso conforma nuestra reputación profesional y juega un papel
determinante cuando iniciamos un cambio o buscamos un nuevo trabajo...
Esto es lo que piensa Reid Hoffman, fundador de LinkedIn, que añade una
idea inquietante a todo esto: "Ya nunca más tendremos control sobre
nuestro currículo".
La cuestión es cómo conciliar estas ideas -en parte ciertas- con la
exigencia de cada vez más empleadores de que debemos ser protagonistas
de nuestra propia empleabilidad y pilotar nuestra reinvención
profesional.
José María Gasalla, profesor de Deusto Business School, considera que
"el currículo sigue siendo importante, aunque se transforma: estamos
ante un CV en el que es relevante lo que dices, pero importa cada vez
más lo que dicen de ti quienes te rodean y conocen. Se tiene cada vez
más en cuenta la información sobre tu trayectoria de vida".
Gasalla añade que el currículo pasa de ser meramente descriptivo a
convertirse en cualitativo y, para bien o para mal, somos cada vez más
transparentes.
Andrés Pérez Ortega, consultor en posicionamiento personal, no cree
que exista una contradicción entre diseñar una estrategia profesional y,
al mismo tiempo, no tener el control sobre lo que se diga de uno en
Internet. Para Pérez, hay que entender la diferencia entre la marca
personal -la gestión del impacto que quieres dejar- y la reputación, que
es como el otro lado del espejo, lo que los demás dicen de tu marca
personal. Cuanto más se parezcan, mejor.
Guillem Recolons, socio de Soymimarca, añade que una de las razones
poderosas de tomar las riendas de nuestra marca personal es que no las
tomen los demás, y menos aún si son trolls.
"Muchos empleadores
recurren a las redes sociales, ya no tanto para ver lo que decimos de
nosotros (márketing personal) sino para observar qué es lo que dicen de
nosotros. Esa es la marca personal verdadera".
Recolons recuerda que "los puestos que antes tardaban en cubrirse
seis meses ahora se cubren en 2 ó 3 semanas gracias a (o por culpa de)
Internet. Un candidato con un blog personal puede ofrecer más datos de
personalidad que cien currículos, y la huella que ese candidato deja
directa o indirectamente en las redes puede dar más pistas que un test
de 360 grados".
Para Recolons, "controlar nuestra empleabilidad significa tomar las
riendas y procurar que el ruido externo no silencie la propuesta de
valor profesional. Hay que diseñar una buena estrategia, pero su
seguimiento es sencillo y no requiere más de media hora a la semana.
También necesitamos un sistema de control que nos obligue a reflexionar
unos segundos antes de publicar cualquier cosa en las redes, por inocua
que pueda parecer".
El control total no existe
Andrés Pérez añade que "una estrategia profesional es como el
ecualizador de un viejo aparato de música. Se trata de disponer de
varios botones que puedes ajustar para que lo que se escuche sea lo que
tú quieres. Un profesional puede mover varias palancas para conseguir el
efecto que desea o, al menos, para que se acerque lo máximo posible. El
control total no existe, pero si no haces nada, puede ocurrir cualquier
cosa".
El experto insiste en que se ha de gestionar ese impacto para que lo
que se vea coincida al máximo con lo que somos: "Ya que no vamos a poder
controlar lo que piensan los demás de nosotros, tenemos que hacer lo
posible para que, en primer lugar, sepan que existimos y, en segundo
lugar, que lo que vean sea lo que somos. Cuando no tomamos las riendas
de la comunicación perdemos el control; por eso es tan importante que
cada profesional sea activo en la comunicación de su valor".
Pérez concluye que no es bueno obsesionarse, porque la mayor parte
del tiempo y en la inmensa mayoría de los casos, nadie va a estar
pendiente de ti, ni de lo que dices, ni de lo que haces, aunque hay que
estar preparado: "Hay 1.350 millones de usuarios en Facebook y 1.300
millones de habitantes en China... ¿Por qué se van a fijar más en ti en
Facebook que en China? En la estrategia del YO S.L. debemos pensar como
empresas unipersonales. Lo fundamental es tener claro que gestionar la
visibilidad en el mundo online ya no es una cuestión de frikis o
de gente ociosa, sino que es tan necesario como desarrollar la red de
contactos, como seguir formándose o como mantenerse en forma o presentar
un aspecto adecuado. Es cuestión de supervivencia profesional".
Expansión
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