Quizá el mayor obstáculo cuando buscas un trabajo o estás
pensando reinventarte profesionalmente y dar un giro radical a tu carrera, sea
que tus capacidades están obsoletas, y que no puedes responder a las exigencias
del mercado laboral o de lo que buscan realmente las empresas. Aquí encontrarás
varias listas de habilidades profesionales que resultan indispensables para tu
futuro laboral.
Si buscas un empleo o has hecho caso de quien te recomienda
un cambio radical en tu carrera -lo que muchos llaman una reinvención
profesional- probablemente habrás descubierto que las habilidades profesionales
que te llevaron un día a un puesto de trabajo hoy se han quedado anticuadas; o
que las capacidades con las que supuestamente te has armado durante la carrera
-gracias a la Universidad o a un posgrado- no satisfacen las necesidades del
mercado laboral ni de las empresas que podrían contratarte.
El objetivo es
diferenciarse: presenta nuevas credenciales adaptadas al nuevo mercado
profesional
Lo importante es diferenciarse profesionalmente del resto
para llamar la atención de quienes buscan candidatos para un puesto. En esa
distinción profesional inevitable resulta fundamental hacer las cosas de un
modo muy diferente a como las hacíamos hasta ahora. Si tu objetivo es el cambio
debes aportar un nuevo valor y presentar nuevas credenciales profesionales,
capacidades y habilidades completamente distintas y adaptadas al nuevo mercado
de trabajo.
Margarita Álvarez, directora general del Observatorio de
Innovación en el Empleo de Adecco afirma que "el gap entre el mundo
académico y la empresa está realmente en las habilidades y capacidades
profesionales. Pero lo que se buscan son habilidades transversales, que
resultan las más difíciles de enseñar. Es necesario sensibilizar a los
candidatos acerca del hecho de que hoy se exigen capacidades (soft skills) que
no son meros conocimientos ni habilidades técnicas. Se trata de capacidades
comerciales, comunicación, liderazgo, o capacidad de seducción".
Margartita Álvarez insiste en que "hoy se puede enseñar
cualquier cosa que se refiera al conocimiento técnico, pero no es tan fácil en
el caso de las capacidades transversales, que son las que se refieren a la
actitud".
A esto hay que añadir el hecho de que, cada vez más, las
compañías trabajan por proyectos. Hoy en uno, mañana en otro... Se buscan por
tanto profesionales móviles y adaptables.
Cristina Soler, talent manager de Experis, añade que
"hoy todas las competencias están en la transformación digital, que es el
denominador común. Se trata de dar una vuelta de tuerca a las competencias
tradicionales, pero desde un contexto digital. Motivación, iniciativa,
creatividad, también se dan a través de la red".
Para Soler, "capacidades básicas, como el trabajo en
equipo, se transforman en competencias digitales en la medida en que se trabaja
de esta manera. También se valora la capacidad de aprendizaje, pero con un
denominador digital. Aquí hay que tener en cuenta la importancia de las
plataformas, o la pertenencia a foros y grupos".
Cita asimismo otras capacidades tradicionales, como el
liderazgo, que deben verse desde la perspectiva de estar en red: se trata de
dirigir y motivar equipos distribuyendo cargas y tareas con un seguimiento en
el entorno digital.
Por su parte Angel López, director asociado de Talengo,
coincide en que las nuevas capacidades deben complementar a las clásicas:
"Es necesario revisarlas en función de las nuevas exigencias, y esta no es
tanto una cuestión de forma como de fondo. Las grandes habilidades siguen
siendo las mismas, pero es necesario incorporar otros indicadores".
López cree que el mercado demanda profesionales que
incorporen el hecho de tener y compartir una visión. Se trata de encontrar
líderes con una visión de la compañía, capaces de construir y que operen en
entornos colaborativos y en equipos multidisciplinares.
Además, se valora a aquellos que transformen el entorno, con
una aproximación diferente a los clientes y a los profesionales. Hoy los
negocios migran muy rápido y es necesario adaptarse a esa vorágine de cambios.
A todo esto López añade la exigencia de profesionales que
inspiren a sus equipos y a los clientes. Insiste en las habilidades clásicas
frente a las novedosas y asegura que la marca personal y el manejo de redes
resultan críticos en un entorno en el que pocos líderes invierten en reputación
digital y marca personal.
Por último, se refiere a la búsqueda de profesionales que
sepan gestionar el talento diverso: "Hay un número creciente de
organizaciones con equipos multigeneracionales y multiculturales y se deben
entender las redes, los espacios colaborativos y la autonomía para obtener
resultados".
¿Tienes las 'herramientas' que exige el mercado laboral?
Más capacidades que te resultarán indispensables: El World
Economic Forum distingue entre habilidades, herramientas básicas y
transversales. En Según 'The future of job and skills', del WEF, más de un
tercio de las competencias profesionales que serán más valoradas en los
perfiles profesionales de 2020 no son consideradas como cruciales hoy. Esta
lista de habilidades y herramientas también sirve de guía para actualizar
aquello que los empleadores consideran más necesario:
Habilidades: Por un lado están las cognitivas, y entre ellas
destaca la flexibilidad y la creatividad, sin olvidar el razonamiento lógico,
la sensibilidad para los problemas, el razonamiento matemático y la capacidad
de visualización. Por lo que se refiere a las habilidades físicas, el estudio
del WEF destaca dos fundamentales:fortaleza y destreza manual o precisión.
Herramientas básicas: Entre las herramientas de contenido se
destaca el aprendizaje activo, la expresión oral, la comprensión lectora, y la
expresión escrita. Además, el WEF habla de 'herramientas de proceso', que
básicamente son la escucha activa, el pensamiento crítico y la capacidad para
monitorizarse.
Herramientas transversales: Para empezar, están las
consideradas como herramientas sociales: coordinación con otros, inteligencia
emocional, negociación, persuasión, orientación a servicio y capacidad para
enseñar.
Hay que añadir además una serie de 'herramientas sistémicas'
, como la toma de decisiones y la capacidad de juicio o el análisis. Y también
resultan determinantes las herramientas que se refieren a la capacidad para
resolver problemas complejos. El World Economic Forum se refiere a otro grupo
de herramientas de gestión, como la administración de recursos financieros, la
gestión de recursos materiales, de personas y del tiempo.
El último grupo son las herramientas técnicas: capacidad
para mantener y reparar equipos, de control y operaciones, de programación,
control de calidad, o diseño de experiencia de usuario.
La necesidad de un 'tuneo' profesional
En mercados como el estadounidense, cerca de un 70% de los
empleadores ofrece ya a sus empleados formación adicional formal. Según un
reciente estudio del portal CareerBuilder, esta formación cubre nuevas
capacidades, tanto 'soft' como 'hard', que van desde la habilidad para hablar
en público hasta el análisis de datos. Un número creciente de grandes compañías
ofrece acceso gratuito a proveedores de educación en nuevas habilidades como
Lynda.com, una web educativa que brinda cursos en varios idiomas sobre
negocios, tecnología y habilidades creativas, que brinda tutoriales online. Del
mismo modo que Lynda, sitios como Coursera, Udemy, o EdX proporcionan cientos
de clases online que suelen ser gratuitas o de bajo coste, y que suponen una
ayuda notable para aquellos que desean reciclarse profesionalmente por su
cuenta.
Cuando hace apenas un año LinkedIn adquiría Lynda.com por
casi 1.400 millones de euros, no sólo estaba cerrando una operación que
aprovecha un tráfico millonario de usuarios para ofrecerles servicios de
formación. También pasaba de ser un simple 'pool' de talento para convertirse
en algo más, que añade formación y ayuda a los candidatos a cualificarse. La
iniciativa de LinkedIn pone de manifiesto el déficit de capacidades -no sólo
tecnológicas- que una gran mayoría de profesionales arrastra desde su paso por
la Universidad y por muchas escuelas de negocios. Se trata de una carencia que
las empresas no toleran y que afecta a las posibilidades de acceder a un puesto
de trabajo que tienen cientos de miles de candidatos.
A partir de ahora, los agentes tradicionales en el negocio
del reclutamiento -cazatalentos, consultoras, empresas de empleo temporal o
plataformas de selección- tengan que añadir obligatoriamente a sus funciones
habituales la de dar un barniz formativo -un plus de capacitación- a los
candidatos que presentan a las compañías, para que éstos resulten adecuados a
sus exigencias y necesidades. A quienes buscan un empleo les puede resultar muy
complicado conseguir un puesto si no son capaces de acceder a ese proceso de
reciclaje profesional.
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