martes, 7 de mayo de 2013

Por qué no es buena idea capar Facebook en el trabajo

Y cuando hablamos de Facebook queremos decir Facebook, Twitter, Tuenti, Instagram y todo el abanico de redes sociales que nos ofrece la red en su versión dos punto cero. Y lo mismo lo podemos aplicar a la hora de bloquear y restringir el acceso a determinadas webs que bien pueden servir para obtener información valiosa en el desarrollo de nuestras tareas (por ejemplo Wikipedia) como aquellas más ociosas y que nos ayudan a desconectar unos minutos para recargar pilas (periódicos online, YouTube, webs deportivas, etc.)

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Dejamos acceso total y libre a todos los contenidos de Internet? ¿Bloqueamos todos estos servicios para asegurarnos que la gente trabajo? Ni una ni la otra. Ni blanco ni negro. Debemos encontrar el equilibrio, el término medio.  Las personas adultas que trabajan son responsable, no niños. No les tratemos como a tal ni les pongamos un policía en su mesa que espíe cuando se conecta a mirar las fotos de sus amigos o deja de hacerlo. Hay que comunicar, no ordenar. Comunicar las reglas del juego. Si mi compañero sale a fumar seis veces al día ¿por qué yo no puedo mirar Facebook las mismas veces? Al jefe, manager o responsable le debe dar igual si alguien está fumando, tomando un café o tuiteando. Lo que de verdad le importa es que el trabajo salga adelante cuando toque independientemente de cómo gestionen su tiempo las personas. Esto es lo justo y equitativo.

Imagina un empleado en su primer día de trabajo. Se le dice que tiene terminantemente prohibido usar Facebook en horas de trabajo. Lo mismo con el resto de redes sociales, su correo personal o sus cuentas bancarias. Está única y exclusivamente para producir y producir. ¿Pensáis que le motiva levantarse cada mañana e ir a la oficina? Esa oficina que no confía en él ni en su manera de trabajar. Que tiene capados todos los servicios que no tienen que ver con su actividad impidiéndole desconectar ni un solo momento. Todo esto se traduce en saturación, desmotivación y apatía. Acabamos de matar sus estímulos. En cambio, no pasa nada si su compañero de administración baja a fumar dos veces por la mañana y otras dos por la tarde. Esto lo tenemos aceptado pero no deja de ser injusto.

gestion del tiempo

Datos y más datos. Informes y estudios que avalan esta teoría

Son varios los estudios que arrojan estas dos afirmaciones:
  1. Controlar la actividad del empleado no aumenta su productividad
  2. Consultar las redes sociales en pequeñas pausas sí mejora la productividad
Y claro, lo vamos a demostrar con datos. Para empezar, el informe de la firma estadounidense Keas (especialistas en salud y bienestar laboral) dice que usar Facebook en la oficina aumenta la productividad de los trabajadores. Eso sí, debemos limitarlo a una pausa de 10 minutos que ayuda a relajar la cabeza y aumentar la concentración.

Otro estudio de Academy of Management, afirma que aquellos que hicieron una pausa para consultar su Facebook son un 16% más productivos que aquellos que hicieron la misma pausa tomando un café. También dice que los que miraron Facebook al final del día se han mostrado un 40% más productivos que los que no hicieron ningún tipo de descanso.

Seguimos con los informes y ahora toca el de la compañía KPMG. Sobre una muestra de 4.000 directivos y managers este estudio demuestra que la mayoría de las organizaciones subestiman los aspectos positivos derivados del uso de medios sociales en la empresa. Un 80% de los que sí permiten su uso asegura haber visto su influencia en los beneficios que reporta. También la satisfacción y el compromiso de los trabajadores se ve beneficiado por el acceso a redes sociales: un 63% de los empleados afirma estar muy contento en su trabajo, frente al 41% de los que lo tienen bloqueado.

Y terminamos con el último de los estudios, uno de la empresa TrackVia arroja que de los 300 empleados encuestados, únicamente el 5% considera que las redes sociales (Facebook y Twitter principalmente) les distraen en su trabajo. De hecho, los primeros puestos en distracciones laborales lo ocupan los propios compañeros de trabajo con sus charlas (14%), las reuniones (11%) y los errores informáticos (11%).

Por tanto, lo que podemos extraer de toda esta información es que es más productivo para todos, tanto trabajadores como organizaciones, hacer un uso responsable de Internet. Todo pasa porque las empresas sepan educar, motivar y gestionar el recurso más valioso que tienen: las personas.



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