jueves, 3 de octubre de 2013

La gestión del desempeño sigue siendo un reto para la mayoría de las compañías

Los elementos clave para el éxito de un programa de gestión de desempeño son las habilidades de los mandos intermedios, el compromiso de los directivos, el proceso de calibración y la tecnología de soporte.
A pesar de ser conscientes de que el talento es una fuente para conseguir una ventaja competitiva, establecer programas efectivos de gestión del desempeño sigue siendo un reto para la mayoría de las organizaciones. Sólo el 3% de las compañías a nivel mundial afirma que sus sistemas de gestión del desempeño les aportan un valor excepcional.


“Con el actual entorno económico y de negocios, las empresas están luchando por conseguir buenos resultados con sus actuales programas de gestión del desempeño (por ejemplo, centrando a sus empleados en los temas correctos y orientándoles para aumentar su desempeño). A pesar de que se habla mucho de la segmentación del capital humano y de prácticas innovadoras en la gestión del desempeño, sólo una minoría ha revisado sus prácticas en los últimos años”, comenta Marcos Sanz, director del área de talento de Mercer.


Elementos clave de la gestión del desempeño

Además de algunos aspectos comunes en los programas de gestión del desempeño, como establecer los objetivos de los empleados, llevar a cabo revisiones formales de objetivos a final de año y utilizar medidas de desempeño, el Estudio mundial sobre gestión del desempeño 2013 de Mercer ha identificado una serie de factores clave en el éxito de un programa de gestión de desempeño. Estos elementos clave incluyen habilidades de los mandos intermedios, compromiso de los directivos, calibración (valorar los desempeños en términos relativos con respecto a cada equipo o unidad) y tecnología.


Al principio de la lista se sitúan las habilidades de los mandos intermedios, para establecer correctamente los objetivos de los empleados, proporcionar feedback, evaluar el desempeño y ligar el desempeño a decisiones importantes de la gestión del talento como la compensación, el desarrollo y la carrera. Aproximadamente una de cada tres organizaciones alrededor del mundo afirma que mejorar la habilidad de los mandos intermedios para mantener un diálogo franco con los empleados es lo que tiene mayor impacto en los resultados de la compañía en general. El estudio de Mercer revela que los siguientes dos componentes que más importan en cuanto a las habilidades de los mandos intermedios son vincular el desempeño con el desarrollo de carrera y establecer unos objetivos SMART (específicos, medibles, ambiciosos pero alcanzables, relevantes, y acotados en el tiempo).


Junto con la contribución de los mandos específicos, las organizaciones que cuentan con niveles más altos de compromiso de los directivos suelen tener programas de gestión de desempeño más efectivos. Las reuniones cara a cara para discutir el desempeño, la planificación formal del desempeño y la medición de los resultados del equipo son algunas de las prácticas más comunes que los directivos están utilizando para dirigir sus equipos y alcanzar los objetivos de negocio deseados.


El proceso de calibración y la tecnología de soporte son dos elementos clave adicionales para el éxito en la gestión del desempeño. El estudio de Mercer concluye que las organizaciones que ponen en práctica la calibración tienen mandos intermedios más cualificados para la gestión de personas y, así, son mejores a la hora de determinar rendimientos con más precisión y equidad, a la hora de tomar consciencia de la importancia del talento y a la hora de identificar oportunidades de desarrollo individuales. Más de la mitad de las empresas alrededor del mundo utilizan los procesos de calibración para diferenciar los niveles de rendimiento. Aunque la tecnología (utilizada por el 40%) por sí sola no garantiza el éxito de un programa de gestión del desempeño, permite el acceso a datos precisos y conocimientos útiles a todas las partes interesadas.


Las mejores prácticas por región

No hay ninguna región o país en el mundo que lidere las mejores prácticas en materia de gestión del desempeño. En general, las organizaciones de Asia Pacífico tienden más a tener herramientas, guías y sistemas de medida, en comparación con Europa, que normalmente ponen más énfasis en el desarrollo de carrera a la hora de establecer sus políticas de pago por rendimiento.


Aunque más de la mitad de las organizaciones a nivel mundial derivan el establecimiento de los objetivos a la unidad de negocio, esto es más común en Asia Pacífico y Europa, donde lo llevan a cabo cerca de tres cuartos de las empresas. El establecimiento de objetivos a nivel de país se da más a menudo en Corea y la India, y de manera menos frecuente en Estados Unidos y Canadá.


Las compañías de India, Singapur, Japón y Europa del Este suelen mostrar niveles más altos de compromiso de los directivos con la gestión del desempeño, mientras que las empresas de Latinoamérica, Italia y España son las menos proclives. Aunque la práctica más extendida en todo el mundo es vincular el desempeño a los aumentos salariales, en India llevan a cabo un seguimiento de los datos de gestión del desempeño de manera más significante que todos los demás países.


La gestión del desempeño es un proceso ampliamente aceptado a lo largo de Europa, aunque sólo unas pocas organizaciones consideran que obtienen lo que necesitan. Más de un cuarto (28%) de las empresas de EMEA afirmaron que han cambiado sustancialmente sus programas de gestión del desempeño el último año.


Por otra parte, el 58% de los mandos intermedios tienen habilidades para ofrecer asesoramiento en desarrollo de carrera, y sólo un 7% están altamente cualificados para mantener un diálogo sincero sobre el rendimiento con sus colaboradores directos.


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